miércoles, 13 de mayo de 2009

Tolerancia a la diversidad



Cuando veo o escucho peleas o discusiones, por quienes se aferran a defender su particular punto de vista y quieren imponer sus ideas, sin importarles las de los demás, me acuerdo muchísimo de mi abuelo (q.e.p.d.)…

Sin importar qué religión profesaba mi abuelo, sus mejores amigos eran, un musulmán, un judío y un católico…eran inseparables, por lo que constantemente intercambiaran opiniones, aún respecto de sus mismas religiones…su amistad iba más allá, porque conocían lo importante que es la tolerancia…qué personas tan inteligentes y sabias eran.

La tolerancia es una noción que define el grado de aceptación frente a algo que es contrario a una regla moral o social. La palabra proviene del latín “tolerare” (sostener, soportar)

En cambio, en la intolerancia, una persona no es capaz de soportar lo que no es similar a sus valores o a las normas establecidas por la sociedad, simplemente por egoísmo y fanatismo, derivados de una falta total de conocimientos…o sea, de ignorancia.

Según ciertas teorías, el miedo y la ignorancia son las raíces que causan la intolerancia y sus patrones pueden imprimirse en la mente, desde muy temprana edad, ya sea en la casa, en la escuela o en el medio ambiente donde se desarrollan los chavos. La activista Helen Keller decía: "El mejor alcance de la educación es la tolerancia."

Para mí, muchas cosas parten del respeto, el cuál es la base más firme para comprender lo que es la tolerancia…respeto a las ideas, respeto a las religiones, respeto a los niños ya a los ancianos por igual... a través del respeto, intentamos soportar algo o alguien independientemente del juicio que le asignemos. Pero hay algo muy importante, para poder respetar a los demás, tiene que primero respetarse uno mismo.

Para ser tolerante es necesario ponerse en los zapatos del otro y esto se ejerce cuando un individuo tiene la autoridad o el poder de prohibir o suspender una acción que considere indeseable o molesta y no lo hace, sino que deja actuar…la tolera.

El espíritu de tolerancia es la virtud de ser feliz en compañía de otros, aunque ellos no piensen o no actúen igual que uno y aunque suene muy tonto, es la manera más eficaz de evitar conflictos…es un estado mental de apertura hacia los demás; simplemente, hay que intentarlo y viviríamos tranquilos con nosotros mismos y con los que nos rodean.

Sin embargo, creo que no puede haber tolerancia sin agresión; es decir, que sólo se puede ser tolerante frente aquello que nos molesta y por respeto al otro, se acepta de manera condescendiente; tratando de admitir maneras de pensar y actuar diferentes, de aquellas que uno mismo tiene.

Esa fue una de las grandes cosas que aprendí de mi abuelo, la tolerancia a la diversidad; porque nadie…nadie es dueño de la verdad absoluta.

Posdata…

No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida, tu derecho a decirlo”. (Voltaire)