Esta bella ciudad de Tlacotalpan me relaja y me inspira, en mis tranquilas caminatas a un lado del río Papaloapan, por momentos disfruto el desnudarme por completo y dejar que todo mi cuerpo disfrute de la naturaleza…eso hace que por momentos se me olviden los tabúes sociales o religiosos, que limitan considerablemente el desarrollo de una sexualidad sana.
Muchas veces he pensado que nuestros comportamientos sexuales son el producto de nuestra cultura, nuestra misma inteligencia y de la sociedad en que vivimos…que no solo están gobernados por los instintos, como es el caso del mundo animal y de las demás especies inferiores al ser humano.
Así es esto, la sexualidad tiene toda la gama de comportamientos que van de acuerdo a la satisfacción de la necesidad y al deseo sexual; tanto de hombres, como de mujeres...esa es una parte en que, tanto en las casas como en las escuelas, desde pequeños se nos enseñe lo que es tan natural como la lluvia, las plantas o el encender la televisión.
Para los niños es muy importante que conozcan el valor de su cuerpo, así como sus propias sensaciones y que aprendan a cuidarlo. Un niño o una niña que puede nombrar las partes de su cuerpo (incluyendo el pene o la vulva) y que ha aceptado que forman parte de él o ella, es más capaz de cuidarlo mejor y defenderlo.
Ojalá que niños, jóvenes y adultos lleguen a comprender que la sexualidad se desarrolla de diferentes maneras en nuestra vida, porque la sexualidad de un niño no será igual para cuando sea adolescente o cuando ya sea un adulto. Cada etapa de la vida necesita conocimientos y experiencias específicos, para que pueda desarrollarse mejor.
Y por supuesto que el sexo desata muchas cosas…se descubren nuevos y profundos sentimientos, así como la conciencia de nuestra propia personalidad... con el afecto, desarrollamos la necesidad de iniciar relaciones interpersonales, que puedan llegar a ser significativas.
El término “sexualidad” no se refiere únicamente a tener relaciones sexuales, sino que las relaciones sexuales son una parte de la sexualidad…otra parte es el erotismo… y la más importante es la del sentimiento que nos provoca otra persona, con la que ampliamos nuestra capacidad de relacionarnos.
Por mi parte, seguiré disfrutando de mi sexualidad, agradeciéndole a la vida ese ‘don’ tan importante que me ha dado.
Muchas veces he pensado que nuestros comportamientos sexuales son el producto de nuestra cultura, nuestra misma inteligencia y de la sociedad en que vivimos…que no solo están gobernados por los instintos, como es el caso del mundo animal y de las demás especies inferiores al ser humano.
Así es esto, la sexualidad tiene toda la gama de comportamientos que van de acuerdo a la satisfacción de la necesidad y al deseo sexual; tanto de hombres, como de mujeres...esa es una parte en que, tanto en las casas como en las escuelas, desde pequeños se nos enseñe lo que es tan natural como la lluvia, las plantas o el encender la televisión.
Para los niños es muy importante que conozcan el valor de su cuerpo, así como sus propias sensaciones y que aprendan a cuidarlo. Un niño o una niña que puede nombrar las partes de su cuerpo (incluyendo el pene o la vulva) y que ha aceptado que forman parte de él o ella, es más capaz de cuidarlo mejor y defenderlo.
Ojalá que niños, jóvenes y adultos lleguen a comprender que la sexualidad se desarrolla de diferentes maneras en nuestra vida, porque la sexualidad de un niño no será igual para cuando sea adolescente o cuando ya sea un adulto. Cada etapa de la vida necesita conocimientos y experiencias específicos, para que pueda desarrollarse mejor.
Y por supuesto que el sexo desata muchas cosas…se descubren nuevos y profundos sentimientos, así como la conciencia de nuestra propia personalidad... con el afecto, desarrollamos la necesidad de iniciar relaciones interpersonales, que puedan llegar a ser significativas.
El término “sexualidad” no se refiere únicamente a tener relaciones sexuales, sino que las relaciones sexuales son una parte de la sexualidad…otra parte es el erotismo… y la más importante es la del sentimiento que nos provoca otra persona, con la que ampliamos nuestra capacidad de relacionarnos.
Por mi parte, seguiré disfrutando de mi sexualidad, agradeciéndole a la vida ese ‘don’ tan importante que me ha dado.
Posdata…
"Donde se haya establecido que es vergonzoso estar implicado en relaciones sexuales, eso se debe a maldad por parte de los gobernantes y cobardía por parte de los gobernados." (Platón)
