El valor del ejercicio para la prevención y tratamiento de la ansiedad y la depresión, era conocido por los médicos desde la época de Hipócrates. Estoy convencido que la práctica del ejercicio para una buena salud, nos puede salvar de muchos problemas.
Hay momentos en los que me siento fastidiado y molesto por lo que me sucede, pero considero importante aplicarme más en hacer ejercicio, para beneficiar mi parte emocional.
Y es que tengo una gran variedad de deportes y ejercicios que puedo realizar, pero a veces la famosa desidia me convence de no hacer nada y es cuando me siento más mal conmigo mismo…aunque debo reconocer que los ejercicios de alta intensidad, no reducen la depresión y determinan aumento de la tensión, irritación, fatiga y en muchos casos, disturbios del carácter.
En estos años he comprobado que el ejercicio moderado me ha ofrecido un beneficio emocional y físico, siempre y cuando lo realice con frecuencia.
Estoy convencido que el ejercicio y el deporte promueven una reducción significativa de la ansiedad y todo lo que se relaciona con ella, no hay duda que el ejercicio está asociado con esa reducción, obviamente, de acuerdo con la edad, sexo y tiempo que se ocupe en cada actividad. Por eso, el ejercicio y el deporte han sido considerados, desde hace mucho tiempo, como una medida higiénica.
No entiendo cómo hay gente que se niega a realizar algún ejercicio, en beneficio de su propia salud y continúan con sus prácticas sedentarias, que a la larga les podrán ocasionar problemas de diversa índole.
Soy un privilegiado de poder respirar el aire puro de Tlacotalpan todas las mañanas y realizar mis ejercicios constantemente, pues esa actividad es la causante de una mejora en mi autoestima y me beneficia contra muchas enfermedades o trastornos que me quieran doblegar.
Y aunque se oiga mal, creo que es muy importante seguir “ejercitando la salud”…
Posdata…
“No podemos admitir que el arte de vivir, degenere en el simple negocio de vivir” (Lyn Yutang)
